SEXTA ENTREGA: NO ES CON MAGIA!! INTELIGENCIA EMOCIONAL: SU BUENA PRACTICA ES UN CAMINO DIRECTO AL EXITO


Desde hace algunos años se viene hablando mucho de la importancia de la inteligencia emocional y como debemos cultivarla desde niños, ahora que se tiene la oportunidad de hacerlo, pero por qué es tan importante contar con esta preciada competencia?.

Un líder que cuente con el poco desarrollo de su inteligencia emocional puede permanentemente caer en variables estado de ánimo y muy dependientes del ambiente laboral del que se encuentre rodeado, dejando a un lado las demás variables como son las relaciones personales y familiares, que voy a dejar a un lado para dedicarme solo al tema laboral, y bajo el supuesto que ese líder es capaz de dejar sus problemas personales en casa.

Hemos oído mucho lo que algunas personas manifiestan sobre otras cuando se enojan, “pues ahora tiene doble trabajo, enojarse y luego contentarse de nuevo”, pues bien, es así. El no proceder adecuadamente a las emociones que constantemente nos vemos bombardeo los líderes o jefes hace que trabajemos doble y peor aún que disminuya nuestra productividad en vista del tiempo perdido dándole vueltas al asunto que hay por resolver.

Cuando tenemos medianamente desarrollada la inteligencia emocional, somos capaces de tomar decisiones más ágilmente y más asertivamente. No se trata de no sentir, porque esto hace parte de nosotros los humanos, se trata de sentir y llevar el sentimiento al plano cerebral para impedir que sea el sentimiento que nos domina. Para ello debemos estar muy atentos a cuando esos sentimientos quieran salir a flote e intervenir con el cerebro inmediatamente.

Suena muy fácil de hacer, pero esto se logra con mucha práctica hasta que se interiorice con nosotros y después seamos capaces de hacerlo en la mayoría de las veces.

Pensemos en lo que vemos día a día, un jefe llega a la empresa de buen genio, saluda amistosamente, y de repente llega un colaborador y manifiesta una situación por resolver y que puede ser grave. Si ese jefe reacciona sin pensar, fácilmente dirá algo como: “Apenas llega uno y son problemas por todos lados, ahora que vamos a hacer?”, con esa frase ya sentenció lo malo que ira el día de ahí en adelante. Si por el contrario ese jefe de forma calmada dice algo como “A ver, tenemos que resolver esa situación, qué crees que podamos hacer?”. Esto último lo puede hacer si antes que aflorara su sentimiento de frustración y enojo, pensó en cuestión de milisegundos: “Yo estoy contento, durante mi día lo más posible es que se presenten muchas situaciones por resolver, esta persona no tiene la culpa y está haciendo su trabajo, así me enoje, tendremos que encontrar una solución y yo quiero seguir con la alegría que tengo, luego no valdrá la pena que me enoje si de todas maneras debo ayudar a resolver el inconveniente”.

Esta última forma de proceder es usando de una manera eficiente la inteligencia emocional, es decir, pensando sobre la emoción antes de tener una reacción.

La dificultad en adquirir esta competencia radica en la forma que reaccionan ante situaciones molestas y que vemos desde niños a nuestros padres, hermanos, profesores y demás personas que hacen parte de nuestro entorno familiar y educativo, lo que provoca un aprendizaje inconsciente y es solo hasta cuando estamos grandes es que empezamos a ser conscientes de la necesidad de dominar o amaestrar estos sentimientos que de no hacerlo se puede llegar a convertir en la famosa intolerancia, que es de lo que sufrimos mucho en esta vida actual y que lleva hasta situaciones mortales a diario en todo el mundo.

¿Consideras entonces que la inteligencia emocional te permite un mayor crecimiento personal y aplicado a colaboradores, compañeros, jefes y clientes, te hace parte de una empresa que TRABAJA CON EXCELENCIA?

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